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Mi prima estaba más caliente que nunca, en un principio le dije que sería mejor ir a un hotel barato, pero ella no aguantó más, puso la música para que nuestros tíos y padres no escuchen los jadeos y los sonidos de su boquita chupando mi polla. Dicho sea de paso, cuando ella se desnudó no dejaba de manosear mi grueso falo y lo acariciaba, lo mejor fue cuando penetré su caliente coño al ritmo de la música, me dio un placer increíble tenerla de espaldas para sentir sus nalgas al follarla, pero ver su dulce rostro mirándome mientras la taladraba a la vez que sus tetas rebotaban fue increíble, vean esas expresiones y gestos de placer, casi no pudo hablar por lo cachonda que estaba!
